LOS IMPACTOS DE LA INDUSTRIA COSMÉTICA TRADICIONAL
LOS IMPACTOS DE LA INDUSTRIA COSMÉTICA TRADICIONAL
¿Te has puesto a pensar en cuántos productos cosméticos y de higiene personal usas diariamente? Pasta de diente, jabón, champú, bloqueador solar, cremas varias, etc. La lista puede seguir dependiendo de tu rutina, pero lo claro es que son muchos más de los que creemos, y el impacto de esto puede ser positivo o negativo, dependiendo del origen de los productos que utilices.
Sí, porque en el mundo de la cosmética convencional confluyen varios factores que la hacen una industria con un alto impacto ambiental y social. Por un lado, tenemos el origen de las materias primas empleadas: la mayoría de los aceites y preservantes que utiliza provienen de la industria petroquímica, es decir, que emplean productos derivados del petróleo en su elaboración.
Pero no sólo eso, porque muchos productos contienen polímeros plásticos que no son biodegradables, como por ejemplo las pequeñas esferas de color azul que hay en algunas pastas de dientes y cremas exfoliantes. Éstas en realidad son micro plásticos que, por su tamaño, terminan contaminando los océanos e intoxicando a los animales que las ingieren como alimento. Y, si comes peces, también eres parte de la cadena que se está intoxicando con estos micro plásticos.
Por otra parte, al igual que muchas otras grandes industrias -como la de la moda o la de la carne-, la huella de carbono que genera la cosmética tradicional no es menor. Esto ocurre por la deslocalización de sus procesos, donde las materias primas se obtienen a cientos de kilómetros de donde están emplazadas las fábricas donde se hacen los productos. Y para qué decir de todos los viajes que tienen que hacer para llegar hasta la tienda de donde los compraste… da para pensar, ¿no?
Y si hablamos de los envases, es otra arista de contaminación que tiene impactos negativos, porque en su mayoría corresponden a plásticos de un solo uso. Y si no tienes el hábito de reutilizar o reciclar, estos envoltorios acabarán en vertederos por 100 o hasta 1000 años, que es lo que puede demorar un plástico en descomponerse.
Por eso, la invitación es que, al momento de pensar en tu rutina de cuidados e higiene, tengas en cuenta todos estos datos y comiences a incorporar prácticas sustentables. Prefiere cosmética natural, que haya sido elaborada con materias primas que no sean dañinas ni con tu cuerpo ni con el medio ambiente; productos que se hayan elaborado localmente, lo que reduce enormemente su huella de carbono; que no sean testeadas en animales, entre otros factores. ¡Toda acción cuenta!
Y tú, ¿conocías los impactos de la cosmética convencional?
Camila González.
Periodista Mg. Lingüística Aplicada.
Comentarios
Publicar un comentario