Nada cambia si no cambias: siembra hábitos, cosecha autoestima

A menudo las y los terapeutas escuchamos hablar de un muro bien específico; un muro que tiene distintos colores, está hecho de distintos materiales y se describe en general tan particular como la persona que lo está comentando. Es el muro del “lo intenté pero no resultó…”. 

Si se presentaron obstáculos, cortes o dolores en nuestro camino personal nos vamos a empezar a tratar con amor; amor que traerá las sincronías, la disciplina y los cambios que tu ser interior, personal, único e irrepetible, necesita. 

A veces vislumbrar qué es lo que una misma necesita es lo complicado, ¿no? Ese camino tiene espinas, complicaciones y dolores que te llevan a sentir como un niño o niña, vulnerable otra vez… ¿qué mejor momento para abrazarte y darte el amor que mereces y necesitas? 

“Las cosas verdaderas se aprenden por amor a aprender, por amor a la verdad, por el deseo de saber. No por la obligación de las calificaciones”, decía el fallecido maestro Claudio Naranjo. 

Si sabes que hay cambios por hacer y hay una forma de vivir más sano y en paz, pero sientes que el camino es complicado, pide ayuda. 

Ayúdate con flores de Bach, no te estanques por las dificultades y permítete la demora. Inspírate en un bosque para nunca olvidar como respirar, bebe infusión y date la paz de un aceite esencial. Conoce el profundo mar de tus vidas pasadas, visita el útero de tu madre mientras cobijaba tus primeros latidos. Visita tus sentidos con atención y cariño, regálate aceites esenciales. Un día a la vez, todo es avance. 

¡Disfruta tus cambios!